Rayuelas

Todos los juegos originalmente están ligados a lo sagrado, en su origen inconsciente. Es porque llevan una carga simbólica y cultural. Y como todo símbolo, no es una ficción ni una alegoría, ni una metáfora que refiere una cosa expresando otra diferente. No es un signo, no expresa un significado previamente convenido.

El símbolo abre el campo de la conciencia, es un estímulo que le permite trasladarse de lo existencial inmediato a lo absoluto, a lo inconsciente; trayendo consigo la asociación con emociones, imágenes, recuerdos y pulsaciones, conllevando una reserva de significados. Religa los diferentes niveles de la conciencia individual y colectiva.

Para griegos y romanos los juegos acompañaban a las fiestas religiosas. El juego aparece como un ritual social que expresa y refuerza a la manera de un símbolo la unidad del grupo, cuyas oposiciones internas se exteriorizan y resuelven precisamente en esas manifestaciones lúdicas. Cristalizan también el sentimiento nacional. El juego es símbolo de lucha contra la muerte, las fuerzas hostiles, los elementos y contra uno mismo (contra los propios miedos, la propia debilidad, la propia duda).

El juego surge de la iniciación.

En Oriente, la rayuela representaba el laberinto donde se extraviaba al comienzo el iniciado. También aparece en Colombia, Ecuador y Méjico. Representa siempre el camino que debe pasar el iniciado para ir de la Tierra al Cielo, pasando por distintos obstáculos en su evolución espiritual. Los juegos aparecen siempre como una forma de diálogo entre el hombre y lo invisible. Es una transferencia de energía psíquica que activa la imaginación y estimula la emotividad. Los juegos educan con gran eficacia.

Asimismo las reglas y características de la rayuela responden a nuevos significados: así, el hecho de realizar parte del trayecto a los saltos encuentra en las culturas primitivas relación con los rituales de fertilidad, en los que el elevarse brevemente al cielo busca acercarse a los dioses propiciatorios, y al caer, trata de despertar con los golpes de los pies la energía de la tierra.

La piedra plana representa la solidez y la permanencia; y en forma similar al hombre, el doble movimiento de ascenso y descenso. (La piedra desciende del cielo como aerolito y una vez transformada en altar u objeto sagrado vuelve a Dios).

La forma y disposición de los casilleros iniciáticos está también cargado de significación: la rayuela se conforma de cuadrados abajo y el medio círculo arriba.

El cuadrado es una de las figuras más universalmente utilizada por el lenguaje de los símbolos. Casi todas las culturas le otorgan algún papel simbólico importante. Representa la estabilidad (por el número de sus vértices), los cuatro puntos cardinales de los confines terrestres y los cuatro elementos materiales (tierra, agua, fuego y aire). Es el símbolo de la tierra, por oposición al cielo. Lo creado por oposición a lo no creado o al Creador.

En el final, la mitad del círculo, la figura sin principio ni final, representa la perfección de la eternidad y el infinito

La ubicación de los cuadrados de a dos, a ambos lados del eje central tiene que ver con la dualidad, el principio que deviene en los pares día/noche, vida/muerte, cuerpo/alma, etc., y obligan al iniciado a escoger entre encrucijadas, para buscar la unidad en la dualidad.